1. Se llama Taylor Alison Swift y nació el 13 de diciembre de 1989 en Reading (EE.UU). Sus padres se inspiraron en James Taylor para ponerle el nombre…
2. Antes de darse al éxito musical, Taylor trabajó en la granja de su familia, cuidando árboles de Navidad (¿o acaso no le pega todo andar por ahí con una regadera rosa, haciendo que crezcan sanos, fuertes, y en colores pastel?).
3. Su abuela materna, Marjorie Finlay fue cantante de ópera y tuvo un programa de televisión en, ehm, Puerto Rico.
4. Quizá por el amor latino de su abuela, uno de los sueños de Taylor es hablar español fluido. De hecho, recientemente ha confesado en una entrevista en Australia que si tuviera un botón para conseguir lo que quisiese, pediría hablar perfectamente castellano y francés.
5. No bebió alcohol hasta los 21 (edad mínima para consumirlo legalmente en Estados Unidos) pero, eso sí, a partir de ese momento cada vez que se emborracha acaba llorando y hablando de Joni Mitchell. Moraleja: alejad las botellas de ella, que no queremos más dramas.
6. Fue la artista más joven en conseguir un Premio Grammy a Mejor álbum del año. Fue en 2010, cuando ella tenía 20 primaveras y promocionaba su disco Fearless.
7. Y un clásico, el “antes de”. Taylor, en su caso, podría haber trabajado en la Bolsa, como su padre. Por suerte para muchos, prefirió darse a la música…
8. Además de cantar y mover sus kilométricas patas a lo largo y ancho de cada escenario, Taylor toca cuatro instrumentos: guitarra, banjo, ukelele y piano. Además, es compositora de todas sus canciones (de hecho, la primera la escribió con tan solo 12 años).
9. Y la gran mayoría de ellas hablan de sus ex, sí, pero ¡¿en serio es taaaan grave?! ¡Dejemos que la chica escriba de lo que quiera! Eso sí, podemos estar tranquilos porque Swift ahora pasa de novios, de amoríos y de chorradas: desde que lo dejó con Harry Styles (ya sabes, ese niño mono de One Direction) hace cosa de año y medio, no ha vuelto a salir con nadie, así que las canciones de su nuevo disco son mucho menos “ay qué pena que me muero de lo mucho que te quiero”, y mucho más “estoy bien así y ahora”. Vaya, que Taylor se ha hecho mayor, y eso siempre es una buena noticia para la humanidad.
10. En este proceso de crecimiento, ha aprendido a usar BIEN las planchas de pelo, y este es un punto que no podíamos evitar abordar, porque el cambio es SUSTANCIAL. Lo explicaremos gráficamente, por si así dicho no os convence demasiado:
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